Vida sana y activa UdeC

Actualmente el consumidor chileno tiene la capacidad de distinguir la diferencia que existe entre un alimento en cuyo etiquetado se menciona la palabra light o diet. La población, por un concepto de publicidad o marketing, relaciona ambos términos con el concepto de “permitido”, es decir, el consumidor cree que seleccionando un producto con alguna de estas denominaciones puede consumir el alimento sin culpa o sin restricciones, más aún en la vida diaria.

Lo anterior, permite y exige reflexionar y pensar sobre qué significan realmente estos términos. En el artículo 120 el Reglamento Sanitario de los Alimentos Chilenos se menciona que “se permite el uso de palabras en otro idioma o palabras de fantasía, que se asocien inequívocamente con características nutricionales, tales como light, diet, high, lite, low, delgadíssimo, flakin y soft, entre otras, siempre que cumplan con los parámetros de alguno de los descriptores autorizados”.

A modo de ejemplo, si hablamos de contenido energético, el término libre que también puede denominarse como “no contiene”, “exento”, “ sin”, “0”, “0%” o “no tiene”,  significa que la porción de consumo habitual contiene menos de 5 kcal. Por su parte, el término bajo−cuyos sinónimos autorizados son “bajo aporte”, “bajo contenido”, “bajo” o “poco”− significa que la porción de consumo habitual contiene un máximo de 40 kcal y, en tercera instancia, el  descriptor reducido que se entiende como “liviano”, “menos” o “menor” significa que las calorías del producto se han disminuido en una proporción igual o mayor al 25% respecto del alimento de referencia.

Ahora bien, como consumidores ¿tendremos la capacidad de retener este tipo de clasificación donde cada parámetro posee límites específicos para obtener dicha denominación?… Creo que podemos, sin embargo, falta mucha educación aún en estos temas.

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Margarita Ocampo Rodríguez
Ingeniero en Alimentos
PromoSalud UdeC

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Cada vez estamos más interesados en mantener una buena salud, en mejorar nuestra calidad de vida y en tener la energía necesaria para realizar todas las actividades que nos interesan.

Resulta muy interesante recordar, que desayunar permite un mejor control del peso, ayudándonos a mantener un peso corporal “normal” y evitando el sobrepeso y la obesidad, esto debido a que los alimentos consumidos en el horario de la mañana promueven la saciedad y permiten sentir menos apetito durante el día, por lo que podremos comer solo en los horarios habituales (desayuno-colación-almuerzo-once-cena) y no sentir la necesidad de picar fuera de horarios.

No debemos olvidar que tras varias horas de ayuno dadas por las horas de sueño nocturno de cada persona, se hace indispensable recuperar la energía a través de un desayuno balanceado que incluya lácteos bajos en grasa, cereales bajos en azúcar, pan integral, jugo de frutas o consumir alguna fruta directamente.

Quizá esto suena muy difícil de realizar, pero si logramos incorporar a lo menos un cambio en la composición actual de nuestro desayuno ya será todo un éxito!!

• Invierte en tu salud! levantarse un poco más temprano te permitirá preparar un rico y variado desayuno que te de toda la energía que necesitas.
• Reemplaza el té o café que tomas actualmente por una taza de leche!
•  Prefiere agregar a tu sándwich palta, quesillo, tomate, aceitunas o huevo en vez de los típicos productos ricos en azúcar como el manjar o la mermelada…. qué aburrido.
• Consume un rico yogurt casero con semillas, chia, linaza… seamos creativos!
• Prepara tu propio pan con harina integral, semillas, aceite de oliva, poca sal y verás los beneficios!

Dra. Katherine Forman
Nutricionista
Promosalud UdeC

 
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